Estrés

Nuestro día a día se caracteriza por rápidos cambios, presión por rendir, falta o exceso de exigencias. Prácticamente nadie está a salvo de todo ello. El estrés nos perjudica, sobre todo si dura en el tiempo, tanto si lo causa una situación profesional o familiar, alguna enfermedad, padecimientos crónicos, conflictos psíquicos o pequeñas broncas constantes. Cualquier experiencia estresante nos puede agobiar incluso aunque la situación que lo desató haya pasado. Cualquier experiencia negativamente procesada – enfermedad, separación, derrota etc. – puede permanecer activa en el sistema nervioso.

Si a esto le sumamos la falta de descanso y de desconexión, puede darse una sobrecarga que nos produce un sobreesfuerzo. Cuando el cerebro no puede ordenar razonablemente el exceso de demandas e impresiones, se produce la sobrexcitación: El sistema motor se dispara y el sistema de relajación ya no aguanta. La consecuencia son palpitaciones, estrechamiento de los vasos sanguíneos y alteraciones del sueño. El sistema inmunológico se derrumba, la líbido se reduce y la vida empieza a no ilusionar.

El estrés no solo bloquea el sistema energético propio del cuerpo, sino que es responsable de gran parte de las denominadas enfermedades derivadas de la civilización (p.ej. patologías cardiovasculares).

La oferta que le ofrezco incluye apoyo a la hora de:

• Identificar su propio comportamiento ante el estrés

• Reconocer mentalidades y márgenes de maniobra

• Aprender a prevenir mejor el estrés

• Superar su propio estrés y

• Conocer el método del golpeo de los meridianos (psicoterapia energética)

 

Miedo a exámenes y miedo escénico

La presión a la que están sometidos los estudiantes en escuelas y universidades es enorme, el estrés del aprendizaje ha alcanzado a enseñantes y estudiantes más aún desde la imposición de los estudios Pisa y el plan Bolonia. El temor a sufrir malas experiencias, de obtener calificaciones peores o incluso humillaciones, puede provocar el denominado miedo a los exámenes y un tipo de pánico escénico en la vida profesional.

El miedo a los exámenes y el pánico escénico consiste en una mezcolanza de síntomas que incluye formas leves de nerviosismo y brotes de sudor, pero también puede causar temblores, insomnio o incluso quedarse en blanco.

En estos casos ya no es suficiente con los buenos propósitos, el trabajo intensivo y las técnicas de relajación. Los que lo sufren necesitan relajarse de manera eficaz y pragmática y elaborar nuevas estrategias que funcionen de manera duradera.

Le ofrezco ayuda para reducir los síntomas de:

  • Bloqueos de aprendizaje y de trabajo
  • Miedo a exámenes
  • Miedo escénico
  • Timidez
  • Miedo a volar, a los tratamientos dentales, fobias varias, e.o. a los animales

y le proporciono recomendaciones de cómo ayudarse a sí mismo en situaciones de estrés.